AD Architectural Digest Magazine

Mexico
May 2016

EL INTERIORISMO DE MARGARET BISSU Y LA ARQUITECTURA DE CARLOS HERRERA SE INTEGRAN EN ARMONÍA PARA CREAR UNA FASCINANTE RESIDENCIA EN LA CIUDAD DE MÉXICO.

Para los jóvenes talentos del mundo de la arquitectura y el interiorismo, al igual que en otras ramas, siempre resulta un privilegio trabajar con alguien a quien admiran. El caso de la interiorista Margaret Bissu no fue la excepción cuando emprendió uno de sus proyectos más ambiciosos de la mano de Carlos Herrera, al diseñar una residencia en la Ciudad de México. “Carlos es un arquitecto muy reconocido, y la apertura para trabajar con una diseñadora joven como yo fue total. Creamos un proyecto que refleja este respeto por el trabajo del otro siempre tomando en cuenta el resultado final y la satisfacción de nuestro cliente. Su arquitectura le habla a mis interiores y mis interiores a su arquitectura”, afirmó Margaret Bissu en entrevista exclusiva para AD.

La coherencia y la armonía se reflejan en las habitaciones, las piezas y los detalles de los textiles, los cuales se convirtieron en el eje de la propuesta de interiorismo bajo un estilo clásico contemporáneo. “Soy diseñadora textil de formación y las telas son siempre para mí un punto de partida. Los textiles y sus texturas y colores fueron el hilo conductor de todo el proyecto”. Sin duda, una de las características más notables de este proyecto es la sutileza con la que se fusionaron piezas de alto diseño nacional e internacional con elementos que no pertenecían necesariamente a marcas reconocidas, otorgando así equilibrio y una sensación de bienestar y elegancia al ambiente.

“El cliente fue muy abierto al adquirir mobiliario de diseño que realzara los espacios. No todos los elementos de la casa son de firmas importantes. Sin embargo, el reto fue combinar, por ejemplo, un candil de Baroncelli, que mandamos a hacer a Venecia, con muebles hechos en México”, dijo Margaret. Uno de los objetivos del diseño interior fue lograr que predominara una atmósfera cálida y acogedora a través de materiales naturales como piedra, madera y metales. Sin embargo, gracias a la elección de distintas paletas de colores dependiendo de la habitación, también hubo oportunidad de jugar con las posibilidades que brindan las tonalidades brillantes, todo con base en una investigación sobre tendencias textiles realizada por la propia Margaret Bissu.
“Los acentos de color los logré con las selección de telas. Mi investigación está enfocada a la predicción de tendencias basada en textiles para moda. Hay empresas como Nelly Rodi que se dedican a generar estos pronósticos y siempre los utilizo como referencia. La propuesta de color es muy atrevida”, aseguró. Para la joven diseñadora, este proyecto, el cual inició cuando tenía 28 años, se ha convertido en un parteaguas, pues ha traído tanto invaluables recompensas como retos importantes. “Siempre estuvo en mis planes hacer algo así antes de los 30. Lograrlo me dio la fortaleza para seguir creyendo en mis sueños. El reto mayor fue hacer que este proyecto hablara de mi trabajo, de mi filosofía y de lo que
soy capaz de lograr. Estoy segura de que lo conseguí”.